Entrevista a David Peláez y Alberto Ortiz

El Jueves, 24 Septiembre 2015. Publicado por Blog Decoding

Entrevista a David Peláez y Alberto Ortiz

"En esta ocasión, presentaremos la entrevista realizada a David Peláez y Alberto Ortiz, otros dos traductores egresados del programa de Traducción Inglés-Francés-Español de la Universidad de Antioquia, quienes han sobresalido en el mercado de la traducción en Medellín. Ellos también nos contarán un poco sobre su historia, sus retos, sus anécdotas, su opinión sobre su profesión en Colombia, entre otros aspectos relacionados con la labor de la traducción."

  

En esta ocasión, presentaremos la entrevista realizada a David Peláez y Alberto Ortiz, otros dos traductores egresados del programa de Traducción Inglés-Francés-Español de la Universidad de Antioquia, quienes han sobresalido en el mercado de la traducción en Medellín. Ellos también nos contarán un poco sobre su historia, sus retos, sus anécdotas, su opinión sobre su profesión en Colombia, entre otros aspectos relacionados con la labor de la traducción.

¿Por qué decidió ser traductor? ¿Qué lo motivó?

David: Básicamente, me motivó la música. La música en inglés comenzó a generar un interés en mí, puesto que quería conocer la letra de las canciones; de esta manera, fue como empecé a inclinarme por estudiar Traducción. Cuando terminé el colegio tuve la oportunidad de hacer un intercambio en Inglaterra y así fue como llegué a interesarme completamente en estudiar para ser traductor.

Alberto: Inicialmente cuando empecé mis estudios de pregrado, comencé estudiando Psicología. Sin embargo, por situaciones de la vida, llegué a la conclusión de que eso no era lo que realmente quería estudiar. Siempre me habían gustado los idiomas. Por casualidad vi que en la Universidad de Antioquia ofrecían un pregrado en Traducción y me pareció interesante. Decidí comenzar esta carrera y así fue como terminé estudiando para ser traductor.

¿Cuáles fueron los principales obstáculos que enfrentó al terminar el pregrado de traducción y de qué forma los superó?

David: Yo comencé a trabajar en el campo de la traducción antes de graduarme, entonces el hecho de poder encontrar un trabajo no fue un obstáculo que tuve que enfrentar. Tuve dificultades como todo y una de las principales fue encontrarme con que existía un desconocimiento por parte de las personas en cuanto al oficio real de la traducción. Lo más común es que las personas piensen que cualquiera que hable un idioma puede traducir. Por esta razón, uno de los retos principales fue explicarles a las personas por qué el trabajo de un traductor profesional es completamente diferente a lo que hace una persona que simplemente conoce el idioma.

Alberto: Considero que entre los principales obstáculos que existen está el aspecto cultural. Definitivamente es importante crear cultura en la ciudad y en el país respecto a la labor que realizamos los traductores. Considero que la Traducción y otras carreras son poco visibles o se perciben como oficios, mas no como profesiones. El imaginario colectivo piensa que para traducir solo es necesario saber idiomas o haber vivido dos o tres años en algún lugar donde el idioma de o hacia el que se traduce sea la lengua materna. Sin embargo, los del gremio sabemos que esto no es así.

Respecto a cómo he superado este obstáculo, la respuesta es culturizando e informando a las personas que la traducción es una carrera que tiene una duración larga, que existen maestrías y doctorados, entre otras cosas, y dándoles ejemplos muy cotidianos como que el televisor que compraron no lo fabricaron aquí y que el manual fue traducido y, sin él, no podrían utilizarlo.

¿Qué le dicen sus familiares, amigos o la gente en general cuando usted menciona que es traductor? ¿Tiene alguna anécdota en particular?

David: Lo interesante de esta pregunta es que se puede encontrar todo tipo de reacciones. Hay personas que saben qué implica el hecho de traducir porque lo han intentado hacer y saben qué tan difícil es; hay otras personas que simplemente lo asocian con la interpretación y cuando uno menciona que es traductor se imaginan que eres traductor simultáneo y hay otros que ni siquiera se imaginan que la traducción es un oficio y esto es algo muy particular porque me ha pasado desde que me gradué de la universidad hasta incluso hoy en día.

Alberto: En una oportunidad me ocurrió algo muy gracioso. Me encontré con alguien, que había conocido en mi adolescencia, luego de 8 o 9 años de no habernos visto y comenzamos a hablar de nuestras vidas. Le conté que estaba estudiando traducción y esta persona, con toda la seriedad, pero a la misma vez con todo el desparpajo, me preguntó que si esa carrera sí servía para algo. Como este conocido es muy religioso se me ocurrió entonces en ese momento decirle que esta carrera sirve tanto que la Biblia que lee todos los días no la escribieron en español.

¿Vive solamente de la traducción o debe desempeñar otras labores? Si es así, ¿cuáles son esas otras labores?

David: Sí vivo únicamente de la traducción, pero no sólo trabajo en traducción. Como soy traductor freelance, debo hacer muchas otras labores relacionadas con este oficio. Un aspecto que ha sido muy importante para mí, y que lo es para cualquier otro trabajador independiente, es buscar la opción de integrar nuevos servicios. Considero importante analizar qué otras necesidades tiene el cliente y, de acuerdo a eso busco a otras personas que ofrezcan servicios que complementen lo que yo hago. Por ejemplo, trabajo con un amigo que es graficador digital y hemos trabajado en la realización de cursos de e-learning, en la traducción de manuales que necesitan un trabajo de diagramación y de edición de imágenes, entre otras cosas.

Alberto: En este momento estoy dedicado cien por ciento a la traducción y a la interpretación. En otras ocasiones, he combinado la traducción con la docencia en lenguas y en ofimática para traducción, y también en otras oportunidades, la traducción con la docencia y labores en cargos administrativos.

¿Podría contarnos alguna anécdota inusual que haya tenido con un cliente?

David: En este momento no recuerdo una anécdota específica, pero como dije anteriormente: lo particular es que uno se encuentra con todo tipo de reacciones y eso es lo que me parece más curioso respecto a la relación con los clientes. Por ejemplo, me ha pasado que hay clientes que se escandalizan cuando les menciono cuánto costaría la traducción que necesitan, mientras que hay otros que me dicen que el costo total de la traducción es muy bajo sabiendo todo el trabajo que implica lo que me están pidiendo.

Alberto: Recuerdo no tanto una anécdota inusual, sino una anécdota de irrespeto a nuestra labor. Estábamos un día haciendo la cotización para un cliente joven de unos documentos que requerían una traducción oficial para enviar al extranjero. Cuando le mencionamos el costo total, sin más soltó una carcajada y nos dijo que él no era tan tonto como para pagar por algo que él podía hacer, según él, porque había sido muy bueno en inglés en el colegio. Nos pudimos dar cuenta de que este cliente no tenía idea alguna del tema burocrático que se da en la traducción oficial y de lo que esto implica para las autoridades extranjeras.

¿Cómo percibe el mercado de la traducción en Colombia? ¿Está de acuerdo con las tarifas de traducción que se manejan en este país?

David: En el mercado de la traducción aquí en Colombia, se encuentra de todo, como lo he mencionado en repetidas ocasiones. Hay clientes que mencionan que una cotización es muy costosa y no pueden pagar por ella, mientras que hay otros que aceptan la cotización y reconocen que es un trabajo difícil que debe hacer un profesional.

Como yo empecé a trabajar desde que era estudiante en la universidad, no he tenido muchas dificultades buscando trabajo. Es muy importante explicar lo que uno hace y ofrecer sus servicios. Yo lo llamo "moverse". Es importante "moverse" en el mercado para encontrar clientes y sabemos que esto funciona así para todo tipo de profesión u oficio.

Alberto: Percibo que el mercado de la traducción ha ido creciendo en cierta medida porque el país se está dinamizando un poco más y hay más apertura. Por ende, considero que es un mercado dinámico y de temporadas. En cuanto a las tarifas, este es un tema muy particular porque creo que a veces estas tarifas no las determina el gremio o el profesional, sino el mercado: la oferta y la demanda. Sabemos que cuando hay mucha oferta de un bien, el precio baja. Entonces en la medida en que haya muchos o pocos traductores especializados en un área o en otra, las tarifas van a variar. A veces decimos que las tarifas están muy bajas, pero es porque existen muchos traductores en el mercado que responden a esta demanda, tal vez no con la misma calidad, pero el cliente muchas veces no percibe eso tampoco, y aquí volvemos a lo que mencionaba anteriormente, que es el tema de culturizar a los clientes.

Quisiera  que hubiera pocos traductores para que las tarifas que cobráramos fueran más altas, pero tenemos un mercado dinámico en el que en muchas ocasiones es importante diferenciarnos de otros no solo en el tema de precios, sino en otros factores. No me atrevo a dar una respuesta concreta respecto a si estoy de acuerdo o no con las tarifas actuales.

¿Considera que es importante realizar más estudios, ya sea en traducción o en otras áreas, para ser más competente en su labor y en el mercado?

David: Es una pregunta complicada para mí, puesto que sí considero que es importante estudiar, pero no necesariamente de la forma tradicional o realizar estudios formales, es decir, una maestría o una especialización, por ejemplo. De hecho, en traducción cada vez que uno traduce un texto, uno aprende. En mi opinión, cada persona estudia como más le gusta y como más aprende. Sí es importante estudiar para ofrecer un servicio nuevo o para buscar la forma de llegarles a más clientes.

Alberto: Siempre he mencionado que el hecho de estudiar más siempre va a servir. Por ejemplo, si un traductor se quiere dedicar a la traducción en el campo del petróleo y le ofrecen la opción de hacer un diplomado en petróleo, esa posibilidad debe ser bienvenida, pues va a tener más contexto y más habilidades. Siempre es necesario estar estudiando. Si bien no se realiza un estudio formal, es importante siempre estar al tanto de lo que va ocurriendo en el día a día y, en lo posible, reinventarse.

¿Cuáles considera que son las cualidades más importantes que debe tener un traductor?

David: En mi opinión, el profesionalismo es la cualidad más importante de todas, pero para un traductor específicamente, diría que curiosidad porque nuestro trabajo implica aprender, así sea superficialmente, sobre lo que uno está traduciendo. Entonces si un traductor no tiene curiosidad por el texto, la traducción simplemente no va a quedar bien hecha.

Alberto: Tener un dominio y un alto nivel en los idiomas en los que quiera trabajar y si quiere ser eficiente, es indispensable tener buenas habilidades ofimáticas. Entre más eficiente sea, posiblemente procese más y gane más. Desde la perspectiva de mi empresa, nuestra meta no es ser el traductor de antaño que se sentaba a leer el texto y lo dejaba reposar, sino procesar más.

¿Qué es lo peor de ser traductor? Y ¿lo mejor?

David: Para mí, lo más difícil de ser traductor es trabajar con textos que no estén bien escritos porque es muy complicado que el cliente espere que la traducción sea perfecta sabiendo que el texto original no está bien escrito. En cuanto a lo más difícil de trabajar como traductor independiente, podría hacer una lista extensa, pero lo que más me ha dado dificultad es la parte administrativa. Respecto a lo mejor de ser traductor es que tienes la posibilidad de aprender de todo aunque algunas veces eso implique arriesgarse a hacer traducciones sobre temas difíciles en situaciones difíciles.

Alberto: Yo pondría esas dos situaciones en una sola caja. Es una situación que tiene dos caras: una cara buena y otra no tan buena. El lado bueno sería la posibilidad para el traductor de “teletrabajar”. El traductor, donde quiera que esté y siempre y cuando tenga su computador y una conexión a internet, puede trabajar tranquilamente en una playa, en un edifico, en la casa, en la casa de un amigo, en un café, es decir, en cualquier lugar. El lado no tan bueno sería el aislamiento social. No obstante, la posibilidad de “teletrabajar” da muchas libertades y flexibilidad para disfrutar las cosas simples de la vida como tomarse un café o manejar su tiempo en diligencias personales o bancarias, entre otras cosas sin estar atado a un horario fijo de trabajo.

Si volviese a nacer, ¿volvería a ser traductor?

David: Sí, sin duda. Es una respuesta que no tengo que pensar. También me gustan otros campos y tengo otros intereses, incluso antes de estudiar traducción estaba estudiando otra carrera, pero el trabajo como traductor ha sido completamente satisfactorio. No me vería haciendo otra cosa.

Alberto: Sí volvería a ser traductor. Sin embargo, si volviese a nacer y pudiese no cometer errores y hacer otras cosas que hubiese podido hacer, lo haría, pero por supuesto volvería a ser traductor e intérprete.

Queremos agradecer a Katherin Pérez, Jorge Gómez, David Peláez y Alberto Ortiz por compartir con nosotros sus valiosos aportes y experiencias y por su disposición para lograr, por medio de estas entrevistas, que nuestra profesión sea cada vez más reconocida.

Autora: Dyana Bravo

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