Sabemos que alrededor del mundo hay costumbres radicalmente diferentes a las nuestras. Las fiestas de diciembre y de año nuevo no se quedan atrás; de hecho, pueden llegar a ser realmente fascinantes.
La idea de pasar diciembre lejos de casa es algo bastante extraño e incluso triste para los latinoamericanos. Estas fechas siempre han tenido para nosotros una importante relación con la congregación y unión familiar; pero si por algún motivo llegan las festividades y estás lejos de casa, ¡no te quedes encerrado! Probablemente te va a sorprender que, en la mayoría de las culturas, el sentido de unión prevalece aunque las tradiciones no sean las mismas.
Las festividades de fin de año pueden llegar a ser tan cautivadoras en otras culturas, que quizás hasta puedas querer hacer un cambio y llevar a tu familia a vivir una experiencia diferente; si este es el caso, estas son algunas posibilidades que te podrían gustar.
1. Las playas de Brasil y la bendición de la diosa del agua Yemanjá
Las famosas bahías de Ipanema y Copacabana en el país Carioca son las protagonistas de una hermosa tradición en la nochevieja. Las sacerdotisas africanas filhas do santo acostumbran encender velas y llevar al mar barcos llenos de flores y regalos para diosa del agua Yemanjá; si la marea lleva la ofrenda de las sacerdotisas mar adentro es símbolo de bendiciones y buenos tiempos para los habitantes que se acercan vestidos de blanco a lavar sus pies descalzos en el agua.
2. La cena de los doce platos en Rusia
Este país, que puede ser tan enigmático, comparte con el resto del mundo el gusto por los grandes banquetes de nochebuena, aunque quizás ellos lo lleven un poco más allá ya que su cena está conformada por doce platos que se comen cuando sale la primera estrella el 6 de enero, después de más de un mes de ayuno de adviento. La cena es conformada por platos típicos como el sochivo, preparado con granos de trigo, nueces y miel; también se come pescado con sopa de remolacha.
En la noche, el abuelo del hielo trae regalos, dulces y las tradicionales matriuskas a los niños más pequeños. En Rusia el calendario es diferente al nuestro, por lo que navidad se celebra el 6 de enero y año nuevo entre el 13 y el 14 de ese mes.
3. Los ocho días de celebración a la luz del pueblo judío
El Janucá es una celebración que está fuertemente ligada a la religión, pero sigue siendo una hermosa tradición que vale la pena nombrar y que se puede vivir alrededor del mundo en cualquier hogar que practique el judaísmo. Similar a la navidad cristiana en apariencia, el Janucá se da en la última semana del año, cuando las familias se congregan, decoran sus hogares en honor a la independencia del pueblo judío y al milagro de la luz que preservó el candelabro del templo durante 8 días, a pesar de solo tener aceite para uno.
Cada día de la semana que empieza el 23 y termina el 31 de diciembre se enciende una vela y se pide un milagro; además los regalos se dan en el transcurso de esta semana y no solo en un día.
4. Año nuevo, ser nuevo: Japón
Los japoneses vinculan el año nuevo con la renovación de ellos mismos y su entorno, así que una práctica común es hacer una limpieza profunda de sus hogares, una renovación de vestuario y el pago de todas sus cuentas pendientes. Una vez las deudas están saldadas y las personas están renovadas física y mentalmente, entre ellos comparten un tradicional plato de fideos y van al templo más cercano. Las celebraciones de fin de año de los japoneses pueden ir hasta el 4 de enero.
Si el año nuevo te recibe en el país nipón alista la escoba y el sacudidor, ya que tu hogar debe estar que brilla cuando den las doce.
5. Los alemanes reciben a un Santa madrugador
En Alemania los regalos de Santa están bajo el árbol desde el 5 de diciembre, pero nadie podrá abrirlos hasta el 24, cuando se enciendan las luces y se canten villancicos. Pero la espera no es tan amarga, ya que mientras tanto los alemanes decoran sus hogares y comen manjares de ganso relleno, carne y ron. Algo curioso de la comunidad alemana es que los niños hacen su carta a San Nicolás y si la envían a ciertas direcciones por correo, recibirán una respuesta real a los pocos días.
El final de año es dedicado a San Silvestre, papa de la iglesia católica durante el siglo IV. Hay fuegos artificiales, comida y bebida, ¡una verdadera fiesta de fin de año!
6. En Australia la navidad es en pleno verano
Surf y temperaturas desde los 26 grados no suenan como muy característicos de la navidad, pero en Australia sí que lo son. Este fascinante país vive su navidad como el resto del mundo en diciembre; la única diferencia es que, debido a su posición geográfica, este mes cae en verano.
El clima es ideal para que las familias acudan durante todo el mes a los tradicionales recitales de villancicos que se dan por todo el país; además, en lugar de cenas en recintos cerrados, es muy común verlos hacer picnics en espacios abiertos con comidas dulces y frescas. La verdad es que suena bastante divertido, ¿no?
Otra buena costumbre que vale resaltar es que los australianos acostumbran hacer el boxing day el 26 de diciembre, un día festivo en que los empleadores dan bonos y regalos a sus empleados y en el que las iglesias donan dinero a diferentes causas caritativas.
7. Troles islandeses de navidad
En la tradición escandinava no es Santa el que regala presentes a los niños en nochebuena; son trece troles conocidos como Jólasveinar, quienes bajan de las montañas desde el 24 de diciembre hasta el 6 de enero con regalos, para los niños buenos, y papas crudas, para los niños malos.
En la víspera de navidad los habitantes de esta región suelen hacer ayuno, así que comen un plato de pescado llamado skata, que curiosamente debe estar a punto de podrirse ya que de otro modo podría ser perjudicial para la salud. El plato huele muy mal, pero los islandeses aún lo disfrutan junto a un plato de papas cocidas.
En Islandia, también los difuntos celebran la navidad, ya que sus familiares que aún no han partido acostumbran adornar sus tumbas con flores y luces, iluminando los cementerios que llegan a convertirse en insospechados puntos de concurrencia para los turistas.
8. La misa del gallo de los mexicanos
El país manito ha sabido tomar lo mejor de varios mundos, reuniendo varias tradiciones que hemos mencionado antes, como la de limpiar la casa antes del 31 de diciembre para renovar la suerte (como los japoneses) y la de encontrarse después de las doce para celebrar una liturgia tanto en nochebuena como en la última noche del año.
Las celebraciones inician oficialmente el 16 de diciembre con ‘Las Posadas’, nueve noches en que los mexicanos peregrinan de una casa a otra contando cada día una etapa de la travesía que vivieron la Virgen María y su esposo José antes de la llegada del Divino Niño Jesús. En estos encuentros se comparten comidas y se hacen rezos antes de la llegada del nacimiento del niño el 24 de diciembre.
Entre los ritos de navidad muchos mexicanos deciden romper piñatas en forma de estrellas de 7 puntas que representan al diablo y los siete pecados capitales; las navidades en México y en la mayoría de países latinoamericanos suelen ser fechas coloridas y alegres fuertemente vinculadas a la fe católica y cristiana.
9. Navidad en noviembre: India
Aunque técnicamente no es conocida como navidad, el Diwali es una celebración hindú muy similar a la navidad como la conocemos en occidente; las diferencias radican en la religión: en India en realidad rinden un homenaje a la diosa de la riqueza y la prosperidad Lakshmi, reuniéndose en familia a jugar cartas, cenar y repartir regalos los unos a los otros. Esta celebración se da realmente entre mediados de octubre y noviembre, pero debido a sus similitudes y a su carácter festivo no podíamos dejarla fuera de la lista.
10. El regalo de navidad perfecto en Argentina
Otra curiosidad de los argentinos, que difiere de la mayoría de sus vecinos, es que las cenas no tienen un anfitrión, ya que la comida se pone sobre la mesa ‘a la canasta’, lo que quiere decir que cada persona o familia lleva un ingrediente o plato, lo que se convierte al final de la noche en un verdadero manjar.
El país de los tangos y el dulce de leche tiene en la mayoría de sus tradiciones navideñas las mismas costumbres que el resto de Suramérica, la misa del gallo (que ya mencionamos en México), el árbol de navidad y los pesebres; pero a diferencia de todos los demás, los argentinos tienen predilección por un curioso regalo durante las festividades: ropa interior color rosa. A pesar de que este ritual sea considerado pagano por los más puristas, lo cierto es que se ha vuelto increíblemente popular entre la población, por lo que es un infaltable entre los habitantes de este país.
Otra curiosidad de los argentinos, que difiere de la mayoría de sus vecinos, es que las cenas no tienen un anfitrión, ya que la comida se pone sobre la mesa ‘a la canasta’, lo que quiere decir que cada persona o familia lleva un ingrediente o plato, lo que se convierte al final de la noche en un verdadero manjar.
Estos son solo unos pocos ejemplos de las innumerables formas de celebrar y existir alrededor de nuestro planeta, y si hay una lección que podamos sacar de todo esto, es que el mundo es rico en diferencias, pero siempre tendremos la necesidad de congregarnos, de celebrar y de cerrar y abrir ciclos a través de la tradición, el arte y la comida.